Sí, el consumo de comburente va a ser bajo pero el motor precisará mucho más comburente para continuar andando. En otras expresiones, en el momento en que conduces en punto fallecido comienzas a consumir mucho más gasolina que en el momento en que andas en marcha y solo tienes el pie fuera del acelerador.
Multitudes y seguridad
En el momento en que el vehículo está en punto fallecido, existe el peligro de inconvenientes mecánicos en la mitad de la pista. Si está en punto fallecido y de súbito precisa pisar el acelerador, quizás para eludir algo, no va a tener tiempo de regresar a arrancar el vehículo y va a ser bastante tarde. Esta es exactamente la misma razón por la que debe sostener las dos manos en el volante.
En otras expresiones, en el caso de urgencia, debe tener el control total de su automóvil, tanto para frenar, girar y apresurar. Conducir con el vehículo en punto fallecido disminuye la aptitud de reacción del conductor, lo que asimismo pone en riesgo a los usuarios.
Agilidad de ralentí
La agilidad de ralentí es la agilidad que se requiere para sostener el motor del vehículo en marcha, en punto fallecido (comunmente), mientras que está parado. La electrónica del automóvil establece el número mínimo de revoluciones que se tienen que sostener a fin de que el motor no se cale. Por nuestra definición de mínimo, el consumo es incesante y importante, logrando gastar cerca de medio litro (en dependencia de varios causantes) en media hora. Este, mucho más que algún otro estado del turismo, es un gasto completamente insignificante, por el hecho de que no ayuda al movimiento, y carece de sentido dejar el vehículo al ralentí mucho más de uno o 2 minutos.
Es malo conducir en punto fallecido y no, no ahorrarás gasolina
En el momento en que vas en punto fallecido, el turismo hace más rápido y es mucho más bien difícil de supervisar. Esto quiere decir que el peligro de un incidente incrementa. No obstante, si contamos una marcha engranada, el freno motor actúa sosteniendo el vehículo y haciéndolo considerablemente más manipulable. Pero, como se mentó previamente, tener una marcha engranada asimismo contribuye a que los frenos se desgasten menos y el motor prosiga andando merced al movimiento de las ruedas. En caso contrario va a haber que inyectarle comburente -en torno a medio litro de comburente por hora- a fin de que no se apague.
Por otra parte, el vehículo al ralentí provoca que gire a bajas revoluciones, lo que en los automóviles diésel puede ser un inconveniente mayor. En este género de automóviles es singularmente amenazante circular al ralentí a lo largo de largos periodos de tiempo por el hecho de que la válvula EGR y el filtro de partículas precisan un número conveniente de revoluciones para marchar y limpiarse. Si no los circulamos adecuadamente, podrían finalizar obstruidos innecesariamente, lo que provocaría una falla mecánica.
Bajar o subir lunas: ¿perjudica al consumo de comburente?
Si bien logre parecer un mito, la verdad es que es una situación bien establecida. Conducir con las ventanas bajadas incrementa el consumo de comburente, en tanto que perjudica a la aerodinámica del turismo y la resistencia al viento es peor.
No obstante, tenga presente que solo tiene efecto si la agilidad es alta (mucho más de 80 km/h). Conducir con las ventanas bajadas a menos de 70 km/h no interfiere al consumo de comburente.
¿Consumes comburente manejando en punto fallecido?
La marcha libre para ahorrar comburente tiene bastantes mitos y poca situación. Pertence a los fallos de conducción más frecuentes que frecuenta confundirse con la navegación, o de lo que se habla: eliminar el pie del acelerador en el momento en que se circula por una autopista con bastante pendiente para sostener la agilidad del vehículo. Así, el consumo de comburente se disminuye de manera significativa.
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